martes, 11 de febrero de 2014

Zephyr Lake - Silken (EP, Febrero 2014)

Hace poco más de un año, en Diciembre de 2012, Zephyr Lake sacaba su primer LP, alabado por todo bicho viviente que entendiera un poco del verdadero underground punk barcelonés. Pese a que ese disco debería haber servido para que el trío cogiera renombre, se consolidara y aumentara -siempre entendiendo el contexto que rodea esta música- su 'fama', durante el último año podríamos decir que sus actuaciones han sido más bien escasas. Una de ellas fue precisamente la que dieron junto a Fantasmage, en la que demostraron que seguían en plena forma, aunque eso ya nos lo imaginábamos teniendo en cuenta que los miembros del grupo también forman parte de, por ejemplo, Síctor Valdaña and the Check This Outs.
Aunque a todo esto se le puede sacar algo positivo, muy positivo si me apuráis, y es que la banda no se ha desgastado, nuestras ganas por verles en directo siguen intactas y van al alza.
Y a todo esto, tras este relajado año, los volvemos a tener de vuelta con nuevo EP, Silken.
Cinco canciones que reflejan la variedad de influencias y géneros en los que meten mano indiscriminadamente y sin contemplaciones.




El comienzo es atronador, con "Ennui" rebosando noise por cada una de sus costuras, mutando en el estribillo a algo más cercano al la versión alternativa de Superchunk, sobretodo debido a la voz de Síctor, que no se esconde tras filtros ni historias, a pelo. Y esa guitarra, fijaos en ese riff que sube como la espuma y que hace que aprietes los dientes hasta hacerlos chirriar. Acto seguido la cosa coge otro color. 
"Nucleorgasm" es más oscura, con una ritmo pesado que avanza como un mamut, con Denis (batería) y Pablo (bajo) en modo stoner rock, un poco robótico, un poco Queens of the Stone Age (obviamente salvando las distancias y añadiéndole más distorsión y suciedad al asunto), con un binomio de voces que hace estremecer mientras canta "Under a burning flower, I just want to be alive", reflejando desesperación y sufrimiento de forma brillante.

"3Y" vuelve a encender la mecha, todo se acelera, el sonido vira hacia el rock alternativo, mirando de reojo a unos Milk Music cabreados con el mundo, para llegar hasta la cima de este Silken, "Climax", el auténtico clímax del EP (lo siento, era difícil resistirse). Melódico, punk y al mismo tiempo pop, con espacio para que la guitarra se explaye y deslumbre con punteados que podrían haber salido de la guitarra de Alex Coxen, dando como resultado un híbrido entre Dinosaur Jr. y Tenement.

El último tema es una carrera liderada por la batería, a la que intentan seguir las voces, la guitarra y el bajo, un outro de 3 minutos, asfixiantes y que apagan todas las luces encendidas por el anterior corte, conduciendo a una sensación de depresión aguda, como si llegar al final del EP no fuera ya suficiente. 

"Crysanthemum" pone así fin a una referencia colosal, que con los años se convertirá de culto y hará que futuras generaciones empuñen una guitarra por primera vez, se pongan a gritar frente a un micro y se enamoren del punk.




De nuevo se ha encargado de editarlo Boston Pizza Records, que como también viene siendo habitual ha preparado una edición única y que volverá loco a cualquier coleccionista: una edición limitada a 100 copias en cassette púrpura transparente, con librito encuadernado en polipiel, todo metido en una caja como de videojuego, 100% handmade.
Admirad la foto y corred a Dead Moon Records a por una copia o compradla en el bandcamp del sello.



Más sobre Zephyr Lake:
Facebook.
Bandcamp.

¿Dónde comprarlo?
A través de bandcamp o en Dead Moon Records!

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